A pasos del ingreso principal a la Ciudad de Mendoza, una antigua casona de estilo Art Déco, construida en 1922 y restaurada con esmero, ha recuperado su vitalidad bajo el nombre de La Casona Art & Coffee. El proyecto, ideado y dirigido por la artista y diseñadora Melisa Millán, se ha consolidado como una propuesta que fusiona gastronomía, historia y estética, en un entorno que invita a la contemplación y a la pausa.

El espacio, declarado Patrimonio Cultural, forma parte del complejo de Bodega Los Toneles, y ha sido concebido no solo como un café de especialidad, sino como un punto de encuentro para quienes valoran el diseño, la calidad de los productos y una atención cuidada. En palabras de su creadora: “En La Casona, la historia, el café, el arte y la pastelería se entrelazan con encanto. Los invito a conocerla, disfrutarla… y hacerla parte de sus momentos más especiales”, afirma Millán.

Una carta sin ataduras y con identidad propia

Lejos de ceñirse a un menú cerrado, La Casona propone una carta abierta, versátil y generosa. El visitante puede elegir entre espressos recién molidos, cafés filtrados con métodos de autor, infusiones delicadas, panes elaborados con fermentación lenta y una pastelería donde cada pieza parece pensada como un objeto artístico. El servicio, sin necesidad de reserva previa, acompaña la premisa de brindar un espacio distendido, donde el disfrute y la calidad se imponen sin rigideces.

Experiencias para el invierno mendocino

Durante los meses más fríos del año, del 21 de junio al 21 de septiembre, quienes se acerquen a vivir la Experiencia Arte, disponible miércoles, jueves y viernes de 12:30 a 16:30, serán recibidos con un obsequio: un vaso reutilizable de edición limitada. Esta experiencia combina café de especialidad, degustaciones dulces y saladas con impronta estacional, y una copa de espumante o jugo natural, ideal para celebrar las tardes invernales con calidez y sabor.

Alternativas para profundizar la vivencia

Además de la experiencia central, La Casona ofrece dos propuestas que integran arte, gastronomía y enoturismo, pensadas para quienes desean extender su visita:

• Day & Art: suma a la Experiencia Arte una visita guiada diurna a Bodega Los Toneles, un edificio emblemático de 1922, que mantiene viva su impronta urbana e industrial.

• Night & Wine: incluye una cata de cafés filtrados, tabla de quesos y embutidos artesanales, dos copas de Mosquita Muerta Wines y un tour nocturno guiado por la bodega. Como cierre, el visitante recibe 100 gramos de café para llevar.

Ambas opciones requieren reserva previa y están diseñadas para quienes desean descubrir la conjunción entre el café de autor, la arquitectura patrimonial y el vino mendocino.

La carta de La Casona sorprende por su originalidad y calidad

Una propuesta abierta a todos los públicos

Quienes busquen algo más sencillo —como un espresso al paso, una pieza de bollería recién horneada o un postre de autor— también son bienvenidos sin necesidad de contratación de experiencias. La carta abierta permanece disponible de miércoles a domingo, de 12:30 a 21:00, con ingreso por orden de llegada. Para grupos, se recomienda gestionar reserva anticipada mediante correo electrónico o WhatsApp.

Escenario para eventos con identidad propia

La Casona no solo es un espacio para el disfrute cotidiano, sino también un ámbito ideal para la celebración de eventos privados con impronta artística. Gracias a su arquitectura cálida, los jardines íntimos y la curaduría de arte contemporáneo que aloja, el lugar se ha convertido en una opción destacada para desayunos corporativos, presentaciones de productos, celebraciones íntimas y micro-bodas. La personalización y el cuidado por los detalles refuerzan su vocación de hospitalidad.

Patrimonio vivo, hospitalidad mendocina

Ubicada en el corazón de Bodega Los Toneles, La Casona Art & Coffee no es solo un café, sino un proyecto cultural y familiar que celebra el legado de un siglo a través de la estética, el sabor y el arte de recibir. Cada taza y cada plato remiten a una sensibilidad que conjuga lo artesanal con lo contemporáneo, en un espacio que honra su pasado y dialoga con el presente.

Así, entre aromas de café, vitrales centenarios y jardines discretos, La Casona se erige como un refugio urbano, donde la historia encuentra nuevas formas de narrarse a través de los sentidos.