

En una era donde la industria vitivinícola latinoamericana se redefine con el impulso de la innovación, la sustentabilidad y la calidad, el caso de Bodega Renacer se presenta como una síntesis ejemplar de estos valores. Fundada en 2003 en Luján de Cuyo, Mendoza, por el empresario chileno Patricio Reich, Renacer se ha consolidado como una bodega boutique de alta gama que no solo ha sabido interpretar el alma del terroir mendocino, sino que también ha proyectado su visión a más de 40 países.
Desde diciembre de 2024, Renacer es parte del Miolo Wine Group, un grupo sudamericano con origen en Brasil y más de un siglo de historia vitivinícola. Esta incorporación no solo potencia su capacidad operativa y comercial, sino que posiciona a Renacer como un actor clave en la internacionalización del vino argentino, aprovechando la experiencia de Miolo en exploración de terroirs únicos y su arraigo en mercados emergentes.
La arquitectura de inspiración toscana de Renacer no es solo una elección estética: simboliza la unión de tradición europea y espíritu innovador sudamericano. Su localización en Perdriel, al pie de la cordillera de los Andes, le otorga condiciones privilegiadas para la producción de Malbecs y Cabernets de alta expresión. Con 17 hectáreas propias y una red de productores asociados en regiones clave como el Valle de Uco y el Este mendocino, Renacer logra un mosaico de uvas que le permite ofrecer vinos de personalidad compleja y equilibrada.
Entre sus líneas emblemáticas se destacan los íconos Renacer Malbec y Renacer Cabernet Franc, los cuales han sido reconocidos con puntajes sobresalientes por referentes internacionales como James Suckling y Descorchados. En 2024, el Punto Final Malbec obtuvo medalla de oro en Mundus Vini, mientras que el Punto Final Reserva Malbec fue distinguido como Best of Show – Argentina, consolidando la reputación global de la bodega.
La apuesta por la excelencia se refleja también en la infraestructura técnica. La bodega cuenta con una capacidad total de 1.780.000 litros, distribuidos entre tanques de acero inoxidable y piletas subterráneas de concreto. Pero más allá de la escala, lo que distingue a Renacer es su modelo de vinificación en partidas limitadas, con tanques de 1.000 a 10.000 litros que permiten desarrollar ediciones especiales y ensayos enológicos.
En 2017 se inauguró una moderna sala de barricas, abastecida con energía solar, que alberga más de 250 unidades procedentes de bosques franceses como Allier y Tronçais. Allí se desarrollan procesos de crianza meticulosos, reforzados por sistemas automatizados de control de temperatura y humedad, elementos clave para preservar la identidad de cada vino.
Detrás de cada botella de Renacer hay un equipo enológico de excelencia, liderado por Felipe Stahlschmid, enólogo mendocino con formación local y experiencia internacional en bodegas de Argentina, España y Estados Unidos. Lo acompaña Gustavo Egea, también formado en Mendoza, con una vasta trayectoria en bodegas tradicionales del Este provincial, y el ingeniero agrónomo Luis Coita Civit, especialista en el manejo de viñedos en diversas zonas de Mendoza. Juntos, este trinomio combina conocimiento técnico, sensibilidad por el terroir y una vocación por la experimentación, pilares que sostienen la calidad y la diversidad del portafolio de Renacer. Su labor no solo se enfoca en la elaboración del vino, sino también en un vínculo constante con el viñedo, en busca de la mejor expresión de cada variedad y origen.
Renacer no concibe el crecimiento sin responsabilidad ambiental. Desde su fundación, ha implementado prácticas orientadas a minimizar el impacto ecológico. Fue pionera en certificar la huella de carbono en 2010, y desde entonces participa en proyectos internacionales de compensación, como el “Acre Amazonian Rainforest REDD+” en Brasil y el “Wind Power Portfolio” en Chile.
En 2021, sus viñedos y bodega obtuvieron certificación orgánica, y al año siguiente lanzó la línea Punto Final Orgánico, compuesta por varietales de Malbec, Cabernet Sauvignon y Rosé, todos veganos y elaborados sin clarificantes de origen animal. La inversión en paneles fotovoltaicos ha permitido cubrir el 40% del consumo energético total, lo que convierte a Renacer en una de las bodegas con mayor compromiso energético sustentable de la región.
Además, la bodega se sumó en 2023 a la Sustainable Wine Roundtable, una red internacional que reúne a actores de toda la cadena vitivinícola con el objetivo de avanzar en buenas prácticas sostenibles. Otro dato relevante es su política de reducción del peso de las botellas, una estrategia que apunta no solo al ahorro energético y logístico, sino también al alineamiento con los nuevos patrones de consumo responsable.
Renacer ha sabido equilibrar tradición e innovación también en su portfolio. Además de las líneas clásicas, ha desarrollado proyectos como Milamore, un vino elaborado con el método italiano de appassimento, que concentra los sabores mediante la deshidratación natural de las uvas. Esta técnica, inédita en Mendoza hasta su implementación por Renacer, ha generado vinos intensos, con notas complejas y una excelente recepción en mercados latinoamericanos.
También se destacan los productos de exploración, como el Punto Final Naranjo, un vino naranja que refleja la inquietud enológica por experimentar con nuevos estilos, o la línea Renacer Rosé Series, que cambia cada año de variedad y origen, destacando lo mejor de cada microrregión. En 2024, por ejemplo, se elaboró un Cabernet Sauvignon Rosé proveniente de La Consulta, en el Valle de Uco.
La historia de Renacer es la de una bodega que supo crecer sin perder su alma. En solo dos décadas pasó de ser un emprendimiento familiar a consolidarse como referente internacional, sin resignar su compromiso con el medio ambiente ni su espíritu de innovación. La reciente alianza con Miolo Wine Group promete abrir nuevas puertas, especialmente en los mercados brasileño y asiático, donde la marca ya cuenta con una sólida presencia.
El futuro de Renacer se construye sobre cimientos firmes: una identidad enológica clara, un compromiso sustentable integral y una apuesta continua por la calidad. En un contexto donde los consumidores valoran cada vez más el origen, la trazabilidad y la ética detrás del vino que eligen, Renacer se posiciona como una marca que no solo ofrece productos de excelencia, sino también una historia coherente, consciente y audaz.