

Bodega Doña Paula, referente en la elaboración de vinos de alta gama en Argentina, presentó su reporte de vendimia 2025, marcado por una temporada climática desafiante y resultados que auguran una excelente calidad tanto en blancos como en tintos.
La vendimia 2025 comenzó de manera anticipada debido a temperaturas por encima del promedio histórico, lo que generó un adelantamiento en la madurez de las uvas. En fincas clave como Aluvia (Gualtallary) y Los Indios (El Cepillo), algunas variedades tintas debieron ser cosechadas al mismo tiempo que las blancas a mediados de febrero.
Este fenómeno obligó al equipo técnico a tomar decisiones rápidas y precisas para conservar la frescura y sanidad del fruto, en un entorno de cosecha que combinó velocidad, precisión y adaptación.
El clima fue sin duda el protagonista de la campaña. Octubre y febrero registraron altas temperaturas extremas, mientras que marzo trajo consigo lluvias abundantes que alteraron los ritmos de maduración.
Estas condiciones dieron paso a lo que en Doña Paula definieron como "una segunda cosecha", que se extendió hasta abril. Gracias a decisiones estratégicas tanto en el viñedo como en bodega, fue posible preservar la acidez natural y lograr una alta calidad enológica.
Los vinos blancos de esta vendimia se destacan por su complejidad aromática y gran equilibrio en boca. El Chardonnay y el Riesling presentan notas especiadas y fruta bien definida, mientras que el Sauvignon Blanc muestra un perfil más mineral y tropical, menos herbal que en cosechas anteriores.
En boca, los blancos se expresan con buena concentración, frescura y una untuosidad balanceada que augura excelente potencial en botella.
En el segmento de vinos tintos, las uvas alcanzaron niveles óptimos gracias al verano cálido, generando vinos expresivos, con notas frutales y especiadas. El Cabernet Franc se consagra como la estrella de la añada, con un perfil aromático intenso y una boca estructurada y generosa.
El Malbec, variedad emblemática de la Argentina, también tuvo un rendimiento sobresaliente, sobre todo en parcelas de menores rendimientos, lo que elevó la concentración y calidad del vino.
El equipo liderado por Martín Kaiser, Gerente de Enología y Viticultura de Doña Paula, fue clave para adaptar los procesos a los desafíos del año. La anticipación de la cosecha no fue un accidente, sino parte de una estrategia deliberada que busca respetar el carácter del terroir.
“El enfoque fue lograr vinos frescos, fieles al origen, sin perder complejidad ni estructura”, afirmó Kaiser, destacando el trabajo meticuloso del equipo técnico en cada etapa del proceso.
Aunque desafiante, la vendimia 2025 dejó enseñanzas valiosas y resultados muy alentadores. “Estamos muy entusiasmados con los vinos de esta cosecha. Fue una temporada que exigió precisión y flexibilidad, y eso se reflejará en cada botella”, concluyó Kaiser.
Desde Doña Paula, proyectan una calidad general muy buena, con algunos vinos extraordinarios, que sin duda serán bien recibidos en los mercados locales e internacionales.