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30/12/2025 - Edición Nº279

Personajes | 30 dic 2025

Vino, tradición y comunidad

Bodegas Bianchi celebra 42 años del Carrousel de los Reyes Magos, una tradición solidaria que forma parte de la identidad vitivinícola mendocina

Tercera generación de una de las bodegas más emblemáticas del país, Sylvia Bianchi mantiene viva una celebración solidaria que ya forma parte de la identidad cultural de San Rafael.


Por: Redacción Sabores de Argentina

El próximo lunes 5 de enero de 2026, Bodegas Bianchi organizará la 42° edición del Carrousel de los Reyes Magos, un evento que ya forma parte del calendario cultural y vitivinícola de San Rafael y que convoca cada año a miles de familias.

Desde hace más de cuatro décadas, la bodega impulsa esta celebración que combina solidaridad, tradición y espíritu familiar, valores profundamente ligados a la identidad del vino mendocino.

El Carrousel refleja los valores familiares que caracterizan a Bodegas Bianchi desde 1928
El Carrousel refleja los valores familiares que caracterizan a Bodegas Bianchi desde 1928

Reyes Magos, carrozas y cartitas

La tradicional carroza, diseñada especialmente para la ocasión, será nuevamente el centro del desfile. Iluminada y decorada con detalles que evocan la noche de Navidad, recorrerá las principales calles de la ciudad partiendo desde Plaza Francia a las 21.30 horas, por avenida Yrigoyen, hasta el Kilómetro Cero.

Allí, junto con el Paseo Luis Huerta y el Parque de los Niños, se recibirán las clásicas cartitas en los buzones instalados hasta el mismo 5 de enero.

Vino, familia y legado

Estamos orgullosos de cumplir 42 años haciendo felices a los niños y a las familias de nuestra ciudad”, expresó Sylvia Bianchi, representante de la tercera generación de la familia.

La iniciativa continuará el martes 6 de enero, cuando los Reyes Magos, acompañados por empleados de la bodega, realizarán la entrega de donaciones en diferentes instituciones locales.

Una historia que nació en la bodega

El origen del Carrousel se remonta a comienzos de la década del 80, cuando trabajadores de la bodega comenzaron a repartir juguetes a los hijos del personal. Con el tiempo, la acción creció hasta transformarse en un desfile inspirado en celebraciones similares de España.

Hoy, esta tradición es parte del patrimonio cultural de San Rafael y refleja el compromiso de una bodega que, desde 1928, construye vinos y comunidad.

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